El desafío de acompañar a estudiantes en salud mental
Mucho se ha hablado sobre los problemas de violencia escolar que hemos observado en los últimos meses, los cuales han sido bastante preocupantes y tanto profesores como apoderados han sido enfáticos en ponernos en alerta. ¿Qué podemos hacer frente a este escenario en donde vemos a niños, niñas y jóvenes con un alto nivel de violencia en este retorno a clases?
Actualmente a nivel nacional se ha permitido modificar los horarios escolares con el fin de disminuir la tensión y violencia que se ha vivido en el regreso a clases, tratando de adecuar los contenidos. Sin embargo, frente a nuestras propias experiencias en la facilitación y acompañamiento de espacios de participación, creemos que no basta con solo disminuir la jornada, sino se abren espacios realmente significativos y seguros para que niños, niñas y jóvenes puedan expresar lo que sienten, por lo que nos continuaremos enfrentando entonces a las mismas dificultades entorno a la violencia escolar, ya que al parecer esta agresión es el resultado de una dinámica tensa en alguna área de su vida y que encuentra ese espacio de desahogó en la escuela.
Luego de un extenso periodo de confinamiento nos estamos enfrentando nuevamente a la presencialidad y al retorno a múltiples espacios (colegio, trabajo, vida pública, etc.) por lo que es necesario e impostergable prestar especial atención a ello y cómo nos enfrentamos nuevamente a las relaciones con otros/as, por ello es necesario volver a conectar con nosotros mismos de manera de fortalecer nuestra propia salud mental en la convivencia con otros/as.
Hoy no existe una agenda para trabajar la Salud Mental de manera transversal en la comunidad educativa, cada colegio a generado y adecuado propuestas para tratar de enfrentar de mejor forma este nuevo ciclo escolar, pero sin duda hoy hemos vuelto a clases como si nunca nos hubiéramos ido, en donde al parecer se nos ha olvidado que estuvimos por casi 2 años confinados en nuestras casas tratando de congeniar una vida familiar, laboral y colegial a través de la virtualidad.
Los seres humanos tenemos una capacidad innata para adaptarnos a los cambio, pero debemos reconocer que este proceso de adaptación puede ser diferente en cada uno/a de nosotros/as, por lo que no podemos dejar de poner énfasis en lo que niños, niñas y jóvenes puedan pensar, sentir y actuar frente a este nuevo escenario.
Así mismo reconocemos que para los adultos tampoco a sido facil adaptarse a este nuevo escenario, muchos se sienten agobiados y tienen dificultades para poder relacionarse con los estudiantes o con sus hijos/as. Es por ello que nuevamente mencionamos lo necesario de abrir espacios seguros y de confianza, en el que conectemos con ellos/as siendo sinceros, sensibles y construyendo nuevas dinámicas entorno a las experiencias que estamos viviendo actualmente. Si para los adultos está siendo difícil entender este nuevo proceso ¿como será para niños, niñas y jóvenes?.
Por ello hacemos un especial llamado a que como adultos, seamos reales garantes de derechos en dónde toda la comunidad escolar trabaje conjuntamente para prevenir, promover y fortalecer la salud mental de niños, niñas y jóvenes, desde una participación protagónica reconociendo sus capacidades y emociones. De esta forma no solo los niños, niñas y jóvenes fortalecerán su salud mental sino que también los adultos, quiénes se podrán vincular de mejor forma con ellos/as.
Queremos ser agentes de este proceso, por ello hemos generado espacios que buscan sensibilizar y fortalecer a niños, niñas jóvenes y los adultos, ya que debe ser un proceso colectivo, en donde el colegio y la familia como garantes, se sensibilicen, reflexionen y formen, para lo cual Fundación Gesta dispone de su trabajo para todos/as.
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